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    13/07/2023 (actualizado: 13/07/2023)

    Calor y deshidratación

     

    Continuamente estamos con alertas por olas de calor extremas este verano, por lo que es fundamental estar bien preparados para evitar riesgos perjudiciales para nuestra salud. Uno de los más importantes es la deshidratación, que se produce cuando nuestro cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere.

     

    Síntomas de la deshidratación

    Son muy variados y no todos se tienen que producir a la vez. Estos pueden ser algunos de los síntomas:

    • Sed persistente. Es una señal de que tu cuerpo necesita líquidos.
    • Boca seca y labios agrietados son señales comunes de deshidratación. La falta de líquidos reduce la producción de saliva y puede hacer que nos sintamos con la boca seca o pegajosa.

    La deshidratación puede hacer que la orina sea de color amarillo oscuro y que la cantidad sea menor de lo habitual. Un flujo urinario reducido puede ser un indicio de que el cuerpo está conservando líquidos.

    La falta de líquidos puede llevarnos a una disminución de la energía y la fuerza física, lo que puede hacer que nos sintamos cansados para realizar cualquier actividad.

    También puede causar mareos, vértigo o sensación de inestabilidad, dolores de cabeza, dificultad para concentrarse y cambios de humor. Es decir, toda una serie de situaciones molestas por las que es mejor no pasar.


    Medidas preventivas para evitar la deshidratación

    • Beber agua regularmente a lo largo del día, incluso sin tener sed, es la mejor opción para mantenernos hidratados. Es importante llevar siempre consigo una botella de agua cuando estemos fuera de casa.

    • Evitar bebidas como el café, el té y las bebidas alcohólicas, porque pueden aumentar la pérdida de líquidos y deshidratar más rápidamente. De consumir este tipo de bebidas, debemos compensarlo bebiendo agua de manera adicional.

    • Consumir alimentos con alto contenido de agua. Las frutas y verduras como las sandías, pepinos, naranjas, fresas y piñas son excelentes opciones, ya que contienen altos niveles de agua y nos ayudarán a mantenernos hidratados.

    • La sudoración a causa del calor o la actividad física hay que contrarrestarla reponiendo líquidos perdidos bebiendo agua o bebidas deportivas que contengan electrolitos.


    Los grupos de riesgo

    Los niños y las personas mayores a priori son las más vulnerables. En nuestro entorno familiar debemos extremar las precauciones, estar atentos y prestar la atención que precisen en todo momento. 

    Como regla general que sirve para ambos grupos de riesgo, debemos protegerlos de la exposición al sol, cerciorarnos de que vayan vestidos con ropa ligera y fresca, y evitar la actividad física en horas de máximo calor, tanto en interior como en exteriores, si no está bien acondicionada la estancia o no existiese buena ventilación. 

     

    Atención especial en el cuidado de personas mayores

    Si están tomando medicamentos, debemos consultar con el médico para conocer los posibles efectos secundarios relacionados con el calor y las medidas preventivas que debemos tomar.

    Estaremos vigilantes sobre los signos de agotamiento por calor en las personas mayores, que pueden incluir mareos, debilidad, confusión, piel enrojecida y sequedad en la boca. Si observamos estos síntomas, hay que buscar atención médica de inmediato.

     

    Atención especial en el cuidado de los niños

    Los niños tienen una mayor tasa de pérdida de líquidos debido a su mayor actividad física y menor capacidad para regular la temperatura corporal. Los líquidos frescos siempre a mano es lo mejor, evitando las bebidas azucaradas o con cafeína.

    Durante los días calurosos, de encontrarnos al aire libre, siempre buscaremos grandes áreas sombreadas para que los niños tengan espacio suficiente para sus juegos y aprovecharemos las actividades acuáticas para refrescar a los niños: juegos en piscinas, chorros o globos con agua. Esto sin duda, les ayudará a mantenerse frescos y divertirse al mismo tiempo a los más pequeños y a los no tan pequeños.

    La supervisión de un adulto es fundamental para garantizar la seguridad de los niños y personas mayores durante el verano.

     

    Diagnóstico médico

    Ante los signos o síntomas físicos de padecer deshidratación es recomendable el diagnóstico de un médico, pues esto puede influirnos en una presión arterial baja. 

    Para ver el grado de deshidratación, en un centro médico pueden realizarnos un examen de salud a través de un análisis de sangre y de orina.

    En casos extremos, los niños y mayores, ante una deshidratación grave, deben recibir tratamiento inmediato por personal médico de urgencias.

     

    👉 ¡Uno de los mejores Seguros de Salud es la prevención y es primordial tener en cuenta todas las recomendaciones y avisos de las autoridades ante las olas de calor del verano!




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