La domótica está en auge, pero muchos no sabemos bien de su gran utilidad y ventajas que nos aporta, la causa es el respeto que tienen todavía muchas personas, a la tecnología digital.
Hay varios sistemas domóticos integrales para el hogar, como el Alexa de Amazon, el Google Home o el Homekit de Apple, pero para algunos, o bien son todavía aparatos del futuro, o bien todavía no le ven la necesidad de tenerlo: han vivido sin estos aparatos muchos años y no necesitan nada más.
El freno a utilizar estos avances casi siempre viene motivado por la falta de información, creyendo que es muy complicado su instalación y uso, pero en realidad es muy sencillo y en este artículo lo mostramos. Más tarde o más temprano, en todas las viviendas la domótica vendrá de serie, como se dice en los coches.
La mejor manera de empezar con esto de la domótica son los enchufes inteligentes: su compra es muy asequible y su instalación muy simple.
El enchufe inteligente es un enchufe de apariencia casi normal, tan solo un poco más grande que los de siempre y que lo ponemos en la clavija del aparato eléctrico que queremos controlar: un calentador, una cafetera, un radiador, una lámpara, un toallero, etc.
La clavija con el enchufe inteligente lo conectamos a la toma de corriente que normalmente suele estar en una pared y se pueden instalar en todos los aparatos con enchufe que tengamos en casa. Así podremos encenderlo y apagarlo cuando queramos a través del móvil.
Además de poder accionarlos a nuestro antojo, tienen otras funciones muy atractivas y que suponen grandes ventajas:
Podemos programar los enchufes inteligentes para que se enciendan a una hora y se apaguen a otra. Esto, con el costo de la energía según las horas, puede suponer un ahorro importante en el recibo de la luz.
Por ejemplo, un radiador eléctrico se puede programar para que se encienda media hora antes de llegar a casa y así nos la encontramos confortable. Otro ejemplo, un toallero eléctrico: se puede programar para una hora antes de levantarnos, de esta forma tendremos las toallas calientes sin haber tenido el toallero encendido toda la noche. Y así, podríamos seguir poniendo múltiples ejemplos con todos los aparatos eléctricos que tenemos en casa.
En casi todos los enchufes inteligentes podemos ver un resumen del consumo del aparato. Así sabremos cuánto gastamos en electricidad y tendremos una información muy precisa para tomar decisiones en cuanto a usarlo mucho o poco, o en qué franja horaria nos conviene usarlo.
Podemos usar los enchufes inteligentes como medida disuasoria de posibles robos. Porque podemos regular las luces de la casa cuando estemos de viaje: que se enciendan a una hora y que se apaguen a otra, dando así la impresión de que hay gente en casa, lo cual es bueno para evitar robos o daños materiales en la vivienda.
Cuando estamos fuera de casa también podemos interactuar con los aparatos. De esta manera, si tenemos programado algún aparato y queremos anularlo no tendremos problemas. Y al revés, si no lo tenemos programado y queremos hacerlo lo podremos hacer desde donde estemos.
La instalación de los enchufes inteligentes es realmente sencilla. Colocamos el enchufe en el aparato y lo conectamos a la toma de corriente, después, instalamos una aplicación para el móvil para poder controlarlo. El enchufe trae una aplicación, pero hay muchas que son universales (por ejemplo, Smart Life es compatible con más de 5.000 marcas que fabrican productos de domótica y sirve tanto para IOS como para Android), y por último, la aplicación nos guía de una manera muy sencilla para conectar el móvil con el enchufe inteligente.
De verdad, es absolutamente sencillo. Solo hay que acceder a la tienda de aplicaciones del dispositivo móvil y descargar la aplicación que más nos interese.
Una vez que esté instalado uno de estos aparatos en nuestro hogar y veamos cómo es de fácil su utilización ya pensaremos en los próximos pasos pero, repetimos, empezar por los enchufes inteligentes es una buena manera de quitarnos el miedo a la domótica, sobre todo, por el ahorro que podemos conseguir en la factura de la luz y el aumento de seguridad, complementario a nuestro seguro de hogar.
Fuentes consultadas: