¿Has tenido la suerte de encontrar el alquiler que buscabas? Enhorabuena; ahora, además de volverte loco organizando la mudanza y otras cuestiones, tendrás que entrar a negociar las condiciones del contrato de alquiler con tu casero: que si la luz y el agua están incluidos o no, que si un mes o más de fianza, y todos esos detalles.
Seguro de hogar versus Seguro de inquilino
Pues bien: dentro de las numerosas cuestiones que se abordan en un contrato de alquiler de vivenda, una de las que debes de tener muy presente es si tu casero tiene un seguro de hogar, el cual es independiente al seguro del inquilino. Y en caso afirmativo, si éste es sólo para cubrir lo que llamamos el continente (esto es, la estructura de la casa, conducciones de agua y luz, elementos fijos a la fachada…), como suele ser habitual, o si también incluye el contenido (todo lo que hay dentro de la casa: muebles, electrodomésticos, joyas, equipos informáticos, ajuar, etc.)
Como decíamos, normalmente el seguro del propietario sólo va a cubrir los elementos estructurales de la vivienda, dando libertad al arrendatario para suscribir un seguro de inquilino que cubra sus bienes y su responsabilidad respecto a los daños que pueda causar a terceros.
¿Por qué debo contratar un seguro de inquilino?
En este caso, es importante que valores seriamente, como mínimo, el contratar un seguro de inquilino que dé una cobertura para tu responsabilidad frente a terceras personas, por los daños que pudieras causarles. Por ejemplo, si un día, demostrando tus dotes de cocinero de estrella Michelin le pegas fuego a la cocina, y esto causa daños a la vivienda de tu vecino, aunque tu casero tenga su seguro de hogar, como el responsable eres tú, podrías enfrentarte al pago de los daños causados.
Por otra parte, no está de más que si el casero deja en la vivienda cualquier tipo de bien (muebles, electrodomésticos, regletas de conexión a la red, etc.), éstos queden debidamente reflejados en el contrato de alquiler. Con ello, podrás evitarte muchos quebraderos de cabeza en el futuro, en el caso de que ocurra algún incidente que cause daños a otras personas.