El infraseguro es la situación en la cual el valor de la suma asegurada es inferior al valor real del bien que se protege. Seguramente la frase te suene a chino, así que te lo explicaremos también de otra manera: el infraseguro es una situación en la que, por un error tuyo al contratar tu seguro, el día que esperes una indemnización, tu aseguradora tal vez te pague bastante menos.
El infraseguro, en efecto, se evidencia cuando ocurre un percance y el pago de la aseguradora es menor a lo que tú crees que te corresponde. Y es que no sólo hay que proteger todo aquello que nos importa, como la casa. Además, hay que hacerlo bien.
Cuando aseguras tu vivienda, fijas en la póliza el valor de dicha vivienda en sí (lo que oficialmente se denomina “continente”) y también las cosas que hay dentro (también llamado, contenido). En esto último es donde está el quid de la cuestión.
Si infraseguras un bien, es decir, lo valoras por debajo de su precio real, la indemnización que recibirás también será menor de la esperada
Por muy complicado que sea el seguro, que lo es, en esencia es muy sencillo. El seguro te cobra un precio, y ese precio es, en resumen, el valor del riesgo al que tú estás expuesto, y que la aseguradora asume. En el caso del contenido de una casa, tú estás expuesto al riesgo de que se deteriore o desaparezca (piensa en un incendio, o en un robo); y la aseguradora asume ese riesgo comprometiéndose a indemnizarte si ocurre un percance.
Para fijar el precio de esa cobertura, lo que hace la aseguradora es calcular la probabilidad de que el suceso cubierto ocurra (la probabilidad de que roben en tu casa, o de que se incendie), multiplicada por, aquí está lo importante, el valor de lo que está protegiendo. Por lo tanto, un asegurador que protege 10.000 euros contra un riesgo que tiene una probabilidad de ocurrencia del 0,1% cobrará 10 euros de prima (precio del seguro).
La regla proporcional de los seguros
El problema del infraseguro ocurre cuando tú, el cliente, valoras tu contenido por debajo de su valor real. Poniendo un ejemplo, imagina que valoras toda la ropa que tienes en tu casa en 500 euros; pero resulta que guardas un vestido enjoyado de tu familia que, él sólo, vale 3.000 euros. En ese caso, has valorado en 500 euros un contenido que en realidad es de 3.500 euros; tu valoración, pues, es la séptima parte de lo que debería haber sido.
La regla proporcional es la fórmula usada para calcular la indemnización cuando el valor del objeto asegurado es inferior al valor real
Entonces resulta que un día te roban en casa y se llevan ropa. Tú, al reclamar al seguro, les informas de que se han llevado el vestido de tu familia, el de los 3.000 euros, y nada más. Ése es el momento en que tu asegurador aplicará la denominada regla de proporcionalidad. La regla de proporcionalidad quiere decir: ahora que sabemos que usted declaró un valor siete veces más pequeño que el real, lo que le vamos a pagar es la séptima parte del daño que se le ha producido. Esto es, te pagarán 3.000/7 = 428 euros con 57 céntimos. Porque ésa es la parte del vestido que tú tenías asegurada.
La base de la regla de proporcionalidad es obvia. Si la aseguradora hubiera conocido los valores reales, obviamente habría cobrado un precio diferente.
Por esta razón, es muy recomendable que hagas las cosas bien. Muchas aseguradoras ofrecen calculadoras y herramientas para afinar en la valoración de los capitales asegurados del hogar. Y no te olvides que si algún día entra en tu casa algo de un valor especialmente elevado, debes informarlo. Así te evitarás infrasustos.