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25/07/2024 (actualizado: 25/07/2024)

¿Por qué muchas personas pierden la educación al volante?

 

La seguridad vial es un tema de vital importancia que afecta a todos los actores en la vía pública: conductores, peatones, ciclistas, motociclistas y usuarios del transporte público. La educación en la circulación es fundamental para prevenir accidentes y garantizar un entorno seguro para todos. No estamos hablando únicamente de la educación vial -respetar las normas de circulación-, sino también de aquellas reglas de cortesía que aplicamos en la vida cotidiana y que, cuando se trata de la circulación, a menudo ignoramos. 

 

La transformación de conductores educados

Uno de los fenómenos más curiosos en la seguridad vial es la transformación que experimentan algunas personas al ponerse al volante. Individuos que en su vida cotidiana son educados y respetuosos pueden convertirse en conductores agresivos que llegan incluso al insulto. Es lo que se llama “ira del conductor”. Este cambio de comportamiento puede atribuirse a varios factores, como el estrés y la prisa, pero, sobre todo, por el anonimato que ofrece la conducción que permite que afloren instintos primarios y hace que sea menos probable reprimir ciertos impulsos que, en otras situaciones, normalmente se controlan.

 

Ejemplos de comportamientos inadecuados:

  • Falta de cortesía al cambiar de carril

Una situación común en la que se observa una falta de educación es cuando un coche necesita cambiar de carril. Muchos conductores no facilitan esta maniobra, acelerando para no dejar espacio o no reduciendo la velocidad para permitir ese cambio de carril. Este comportamiento no solo es peligroso, sino que también refleja una falta de consideración hacia otros usuarios de la vía. Ese mismo conductor, cuando está con su carrito en la cola de un supermercado y ve que detrás de él hay una persona que tiene solo dos productos, la deja pasar. ¿Por qué no hacer lo mismo cuando se conduce?

 

  • Uso incorrecto del claxon

El claxon es una herramienta diseñada para alertar en situaciones de emergencia, pero con frecuencia se usa para llamar la atención a otros conductores por alguna acción mal hecha, pero sin ningún peligro. Curiosamente, el mismo conductor que reprende a otros en la carretera o ciudad no actuaría de la misma manera en un café o en cualquier otro entorno social al observar un comportamiento inapropiado. Al volante, cualquier pequeña incorrección se convierte en motivo para reprender y señalar el error. Este uso indebido del claxon ilustra cómo una persona habitualmente educada puede transformarse en un conductor grosero y poco considerado, puesto que con su acción está molestando a otras personas por la contaminación acústica.

 

  • La educación de los peatones

No solo los conductores tienen la responsabilidad de comportarse de manera segura y educada; los peatones también deben ser conscientes de su papel en la seguridad vial. A menudo, los peatones actúan de manera impulsiva, sin considerar las consecuencias de sus acciones.

 

  • Atravesar la calle por lugares inadecuados

Muchas veces vemos a peatones que cruzan por en medio de la calle, quizá para ahorrar tiempo o por comodidad. Esta falta de previsión y consideración puede causar accidentes y demuestra una falta de respeto por los usuarios de la vía.

 

  • No respetar los semáforos

Cuando no vienen coches, los peatones a menudo cruzan sin esperar a que el semáforo se ponga en verde. Sin embargo, si están acompañados de niños pequeños, respetan la señal para dar un buen ejemplo y enseñarles las normas de educación vial y seguridad. Curiosamente, cuando estamos solos, olvidamos estas lecciones y cruzamos en rojo, ignorando las reglas que enseñamos a los más jóvenes.

 

  • Al cruzar paso de cebra

Aunque los peatones tienen prioridad en los pasos de cebra, hay ocasiones en las que es más seguro ceder el paso a los vehículos. A veces, en lugar de obligarles a detenerse bruscamente, es mejor que el coche pase primero para evitar situaciones peligrosas. En nuestra vida cotidiana, solemos dejar pasar a otras personas; aplicar esta misma cortesía y prudencia al cruzar la calle puede contribuir a una mayor seguridad para todos.

 

La educación en la circulación es una responsabilidad compartida que requiere el esfuerzo conjunto de conductores y peatones. Además, con el seguro de movilidad personal se estará protegido cuando nos movamos ya sea como peatón, o en un medio de trasporte público o en un VMP, (bicicleta o patinete eléctrico).

 

 

 

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