Todos los coches fabricados en Europa a partir del año 2004 llevan de serie frenos ABS. Es el sistema de seguridad activa que más accidentes ha evitado.
Con el sistema de frenos convencional, cuando queremos parar el coche accionamos los frenos y las ruedas dejan de dar vueltas, pero por la inercia del coche –no olvidemos que pesa casi una tonelada- éste sigue andando aunque las ruedas estén completamente paradas.
Y si las ruedas no giran, el conductor pierde el control del coche. Si queremos cambiar la trayectoria porque aparezca algún obstáculo -por ejemplo, un árbol, un peatón, un perro, etc.- no podemos hacer nada por evitarlo.
Para evitar esto precisamente, nace el sistema ABS (Sistema antibloqueo de frenos) Se puede seguir manteniendo el control del vehículo y dirigirlo por donde queramos para evitar esa colisión contra el obstáculo.
Aquí os traemos un video de Antena 3, en la temporada 2013 de la Fórmula 1, en el que se explica de una manera excelente, primero por Marc Gené y luego por María de Villota las ventajas del sistema ABS.
Algunos ya sabéis que María fue una eficaz colaboradora de MMT Seguros en algunos videos, como el de la conducción ecológica y el de los 4 secretos de la conducción que, si no los habéis visto, os lo recomendamos por su indudable interés.
Pero volviendo a este video de ABS veréis como de una manera amena y práctica nos introduce en el mundo del ABS.
Cuando pisamos el pedal del freno, lo que hacemos es empujar un líquido que transmite la presión a los frenos. Si las ruedas se bloquean, soltamos el pedal y, sin esa presión, las ruedas vuelven a girar normalmente. Y este es el principio del ABS: cuando frenamos y las ruedas se bloquean, automáticamente se le quita presión al líquido para liberar la rueda sin que el conductor se de cuenta.
Cuando la situación se ha normalizado y las ruedas giran correctamente, el ABS permite que la presión de los frenos vuelvan a actuar sobre las ruedas con total intensidad y así frenar más eficazmente.
Esto lo hace con una gran rapidez: de unas 50 a 100 veces por segundo. De ahí viene ese ruido y/o vibración en el pedal del freno cuando frenamos bruscamente y actúa el ABS.
Normalmente cuando decidimos frenar a fondo lo que hacemos es pisar el pedal del freno con la mayor intensidad posible y lo mantenemos pisado hasta que se detiene el coche.
Esto no se debe hacer si el vehículo no lleva ABS. La fórmula correcta es pisar el freno, soltar para poder retomar el control del coche, volver a pisar el freno, y así sucesivamente.
En cambio, en el caso de que el vehículo lleve ABS eso de frenar y soltar para dirigirlo lo hace él solo automáticamente.
Además, debe pisarse, junto con el pedal de freno, el del embrague, de manera que se interrumpa la conexión entre ruedas y motor. Debe tenerse en cuenta que, si bien en situaciones de conducción normal es muy importante aprovechar el freno motor, en una frenada de emergencia el motor se convierte en una resistencia más —un elemento que es necesario frenar—, por lo que la forma óptima de llevar a cabo la maniobra es desembragar y con ello evitar que una parte de la fuerza de frenado sea invertida en vencer la inercia del giro del motor. Además, con ello se evita que el motor se cale en el momento de la detención.
EL ABS es una de las razones por las que si tu coche no tiene este sistema, debes plantearte cambiarlo rápidamente. Con tu seguridad y la de los tuyos no se puede jugar.