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¿Lo cubre el seguro del hogar o el de la comunidad?

Escrito por MMT Seguros | 21 / abril / 2019

Las fronteras siempre son problemáticas. Una frontera es una raya, y a ambos lados de la raya las cosas son distintas. Las fronteras que todo el mundo conoce son las que hay entre países. Pero haber, hay otras muchas. En el mundo del seguro, de hecho, hay una que resulta relativamente problemática: la frontera que separa una casa de otra casa, o de las zonas comunes del edificio. Saber qué hay en cada lado nos ayuda a concluir si un percance lo cubre el seguro de hogar o el de comunidad.

Aunque tú sabes cuándo estás en tu casa y cuándo en la del vecino o en el descansillo… ante los percances del seguro, la cosa ya no está tan clara.

 

Aquí ya te hemos contado que el rey de los percances del hogar es la gotera. En España, cada año, hay millones de goteras, y la inmensa mayoría de las mismas las causan las cañerías. Y aquí es donde reside el lío. Porque tu casa es tu casa y tú tienes muy claro dónde empieza y dónde acaba; pero la cosa tiene su miga. Por sitios que tú obviamente no ves salvo en el caso de que vivas en un loft pijo diseñado por algún arquitecto danés, transcurren las tuberías o cañerías. Y la cosa es que unas son tuyas, forman parte de tu casa; y otras, no.
De hecho, la tubería más famosa en las reuniones de las comunidades de vecinos, ésa que todo el mundo parece conocer al dedillo, no te pertenece. Nos referimos, por su puesto, a la bajante, pues así la llama todo el mundo, que por lo general está emplazada en terreno comunitario. Como quiera que, además, por definición los pisos están muy juntitos y todos vivimos hombro contra hombro, cada vez que la humedad aparece, el origen pueden ser tus tuberías, las del vecino o, cómo no, la pérfida bajante. De hecho, cuando la humedad está en el techo, las probabilidades de que el responsable sea el que vive arriba son bastante elevadas.
¿Es esto fuente de conflictos? Lo es. Por eso, lo que es bueno que pase, como primera providencia, es que todas las partes tengan seguro. Si vecinos y comunidad tienen un buen contrato que les proteja, será más fácil dirimir las cosas, pues la discusión ya no será entre particulares, sino entre entidades acostumbradas a gestionar este tipo de cosas.
Si vecinos y comunidad tienen un buen contrato que les proteja, será más fácil dirimir las cosas
Aun así, cierto es que el tema se puede poner caliente (o, más bien, húmedo). Precisamente por eso, el sector asegurador lleva un tiempo trabajando en una solución, que debe pasar por un entorno para compartir la información sobre los percances y, eventualmente, poder llegar a conclusiones finales sobre quién es, al fin y a la postre, el responsable de reparar. Permanece atento a nuestras pantallas.
Cada seguro tiene unas coberturas distintas
Más allá de dejar que sean los peritos y aseguradoras decidan qué seguro cubre el percance, lo que es importante es que seas consciente de que cada seguro cubre cosas distintas. El seguro de hogar, por ejemplo, incluye coberturas como la de contenido, es decir, lo que hay en el interior de tu casa y que puede quedar afectado por un robo o una fuga de agua; la responsabilidad civil privada, que te protegería en caso, por ejemplo, de que tu hijo rompa el cristal del vecino de un balonazo; o incluso los robos que puedas sufrir fuera de casa. El seguro de comunidades, sin embargo, cubre los daños materiales por percance en el edificio, los robos en las dependencias de la comunidad o los accidentes de empleados. Por ello, tener el seguro del edificio en ningún caso debería disuadirte de contratar tu propio seguro de hogar. Esto ocurre incluso en materia de continente, es decir, la cobertura del piso en sí, ya que en caso de desperfecto puede que el seguro de comunidad tenga un límite de cobertura menor al de tu hogar.