Aproximadamente tres de cada diez personas entre 15 y 24 años se han inscrito en un gimnasio o un centro deportivo. Éste, de hecho, es el colectivo que más se apunta al gym cuando llega septiembre. Por el contrario, las personas que tienen más de 55 años son quienes menos lo hacen. Tengas la edad que tengas, posiblemente estés pensando en apuntarte para mejorar tu forma tras los excesos del verano y, en el intento, corres el peligro de sufrir una lesión. ¿Qué ocurre entonces?
Seguro que cuando entras a un gimnasio sueles preguntar muchas cosas antes de hacer la inscripción: la hora de la clase que te gusta, si ofertan entrenador personal, si incluye en tu tarifa el uso del vestuario, si abren los fines de semana o si alquilan taquillas… Lo que seguro no preguntarás es si tienen un seguro de responsabilidad civil por si te lesionas en las instalaciones del centro o te cargas una máquina. Si lo preguntas es que eres un poco friki (y trabajas en la industria) o eres un pupas desafortunado que ya sabe de qué va la movida. Si eres de los segundos, no te preocupes. Todo, salvo la torpeza, tiene solución.
Los gimnasios o centros deportivos tienen una cantidad de máquinas, pesas e instalaciones que pueden, por accidente, causar daño a los usuarios del gimnasio. A las máquinas hay que añadir las personas físicas como los monitores, entrenadores personales, personal de limpieza, o personal de atención, que deben estar también asegurados. Por ello, los centros deportivos han de contar con un seguro de responsabilidad civil que, por ley, indemnice al usuario en caso de accidente. Por ejemplo, este seguro cubre las lesiones por atrapamiento de dos dedos en máquina de musculación o bien que se produzca una lesión causada por el descuido del establecimiento (la falta de mantenimiento) o ausencia de mecanismos de protección en la máquina.
Los centros deportivos han de contar con un seguro de responsabilidad civil que, por ley, indemnice al usuario en caso de accidente por negligencia o mal funcionamiento de las instalaciones
El seguro obligatorio es el de responsabilidad civil, pero también hay otros seguros, como el seguro para deportistas, que puede ofertarse en algunos gimnasios, y que es el que eventualmente te podría llegar a cubrir las lesiones; porque un seguro de responsabilidad civil, esto debes de tenerlo claro, cubre los accidentes debidos a la negligencia, el mal funcionamiento o las negligencias derivadas de las instalaciones; pero no los hechos derivados de la práctica habitual del entrenamiento.
Es bueno que sepas todo esto si te quieres apuntar al gimnasio ahora en septiembre o en cualquier otro momento. Si eres un entrenador graduado que quiere impartir clases en un gimnasio has de saber que también puedes colegiarte y así estar cubierto por la póliza de responsabilidad civil que cubre a este colectivo. Así, si tu gimnasio no cubre parte de los percances que puedan ocurrirte, tienes una póliza más específica.