Las ruedas son, sin duda, uno de los elementos vitales para nuestra seguridad al desplazarnos por carretera. Son el punto de contacto con la carretera y de ellos depende tanto la tracción como la seguridad y comodidad.
Para comenzar, un poco de historia de la rueda...
Parece ser que la rueda se inventó en Mesopotamia, pero no se tienen vestigios ningunos, solamente unos dibujos en unos estandartes de la ciudad de Ur. En cambio, sí se tiene constancia de una rueda de hace 5.200 años localizada en Eslovenia y expuesta ahora en el museo de Vrhnika, cerca de Liubliana, lo que hace pensar a todos los historiadores que la rueda se inventó más o menos al mismo tiempo en Europa que en Mesopotamia.
La rueda de museo encontrada es muy parecida a las de las carretas que podíamos ver en la España agrícola de finales del siglo XlX. De las de madera, pasamos a las recubiertas de goma y de ahí a las cubiertas con aire. Pero desde su aparición, debido al auge del mercado de los coches, su evolución fue muy lenta.
... y la revolución tecnológica que viven los neumáticos
De un tiempo a esta parte -podríamos decir desde principios de este siglo- que las ruedas están inmersas en una revolución tecnológica absoluta. La inteligencia artificial se ha metido de lleno en el campo de los neumáticos y, en un futuro muy cercano, nos va a sorprender con conceptos, sistemas y aplicaciones que, además de hacer la conducción más segura y cómoda, va a cambiar por completo nuestra idea actual de lo que es un neumático.
Todavía nos sorprenden los conductores que no saben nada acerca de los neumáticos con lo importante que son. Muchos desconocen si llevan o no rueda de repuesto, otros no saben cambiar una rueda y otros ni siquiera saben dónde está la rueda de repuesto, y si la tienen, porque ahora cada vez más fabricantes de coches no la instalan en sus coches.
La explicación que dan es que ahora apenas hay pinchazos. Según las estadísticas, uno cada diez años y que existen opciones mejores. Eliminando la rueda de repuesto, los fabricantes de coches ofrecen menos peso y más espacio en sus modelos.
Fuente: Continental
En este blog ya hemos hablado de dos aspectos diferentes relacionados con los neumáticos: qué hacer si tenemos un pinchazo o cómo cambiar una rueda y la importancia de medir la presión de los neumáticos. Ahora parece que estos conceptos de cambiar una rueda o medir la presión se nos van a quedar obsoletos. Es normal: si continuamente aparecen aplicaciones tecnológicas para hacer un coche más seguro es lógico que le llegue el turno a los neumáticos.
El sistema TPMS para controlar la presión de los neumáticos
Ahora mismo los fabricantes de neumáticos incluyen cierta tecnología que nos permite saber si los neumáticos tienen una presión correcta o no. La mayoría de los coches europeos disponen del TPMS (Sistema de Monitorización de la Presión de los Neumáticos). Para saber más de este sistema recomendamos la lectura de este artículo de Autoocasión.com.
Este sistema ya forma parte del equipamiento básico de seguridad. Los hay de diferente alcance. Los más completos, aparte de indicar el neumático que tiene algún problema, ofrecen información sobre la presión y temperatura de las ruedas.
Antes teníamos que bajarnos y mirar si teníamos las ruedas bajas. Y eso, si eran conductores avezados e informados, pero la mayoría de conductores solo miraban la presión cuando salían de viaje.
¿En qué consistirá la revolución tecnológica de los neumáticos?
La revolución tecnológica consistirá en varios aspectos:
1º) Se acabarán los pinchazos. Todos las marcas tienden a fabricar los neumáticos con materiales autorreparables. Por ejemplo, Goodyear trabaja sobre una rueda esférica de tal manera que, si tiene un pinchazo, evitará rodar sobre esa superficie y el material -goma en este caso- creará enlaces moleculares sobre el pinchazo creando otra vez una superficie correcta. Obviamente, los coches tendrían otro diseño como podemos ver en este vídeo.
2º) Se adelantará a los problemas. Por ejemplo, si un vehículo que va por delante entra en una superficie mojada, el neumático mandará información que recogerá el nuestro lo que le permitirá cambiar el perfil para adecuarse al pavimento mojado.
3º) Los neumáticos no tendrán aire. Hankook en vez de aire utiliza poliuretano muy resistente, aunque en sus pruebas no puede pasar de 130 km /h pero nos imaginamos que desarrollarán otro prototipo que soporte velocidades más altas. Michelín trabaja también en este sentido y con prototipos que ya han sido probados en carretera aunque ahora mismo solo lo están instalando en vehículos agrícolas y espaciales.
En este otro vídeo vemos las 5 mejores innovaciones en neumáticos. Y en este otro, “el concepto visionario de los neumáticos Michelin”.
Fuente: Michelin
Continental ha desarrollado una rueda con un disco perimetral específica para los coches eléctricos. La principal novedad es que los frenos están dispuestos al revés.
Los neumáticos Continental están aportando mucha tecnología a este campo con sus aplicaciones ContiSense y ContiAdapt
ContiSense se basa en el desarrollo de compuestos de caucho conductores de electricidad que permiten enviar señales eléctricas desde un sensor en el neumático a un receptor en el automóvil. Los sensores de caucho monitorizan continuamente la profundidad y la temperatura de la banda de rodadura.
ContiAdapt puede modificar el tamaño de la huella de contacto -es decir, la superficie que se agarra a la carretera- según las condiciones que existan en la carretera -lluvia, zonas irregulares, resbaladizas o normales- lo que lo convierte en un factor decisivo para la seguridad.
Y no solo para la seguridad sino también para el confort e, incluso para el ahorro porque puede combinar una huella de contacto más pequeña con una alta presión de los neumáticos lo que se traduce en una resistencia a la rodadura más reducida. Así se obtiene una conducción energéticamente eficiente en carreteras sin irregularidades y con asfalto seco. Pero si combina una huella de contacto más grande con una menor presión de los neumáticos se conseguirá un agarre perfecto en carreteras con pavimento deslizante.
El sistema también permite presiones de los neumáticos por debajo de 1 bar para ayudar a sacar el vehículo de su plaza de aparcamiento en condiciones de nieve profunda, por ejemplo, o atravesar un peligroso tramo de hielo.
Como podemos ver, el futuro del neumático pasa por conceptos con los que no estamos nada familiarizados. Según vemos, la parte positiva es que toda la información la tendremos en nuestro ordenador de a bordo o en nuestro Smartphone, lo que nos simplificará mucho la conducción, aunque los que han conocido las ruedas recauchutadas de los años 50 y 60 lo más seguro es que todos estos avances les suenen a chino.
A todos nos parecerá un incremento de seguridad muy importante y que deseamos que se integre de serie en los coches cuanto antes.
FUENTES CONSULTADAS:
elpaismotor, gotasdetecnología, abcmotor, autocasion