La llaman la bombilla centenaria porque lleva permanentemente encendida desde 1901. Está en el parque de bomberos de California y solo ha dejado de funcionar 22 minutos debido a dos mudanzas. Si la quieres ver, encendida claro está, solamente tienes que clicar aquí.
Esta bombilla viene al caso porque significa todo lo contrario que la obsolescencia programada, tan en boga como modelo de producción en el siglo XX. Ahora, esta obsolescencia programada se cambia por el modelo de economía circular.
¿Y en qué consiste la economía circular?
Es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes, todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende.
Así, evitaremos situaciones por las que todos nosotros hemos pasado, como tirar cosas que estaban en perfecto estado -o casi- a la basura, al contenedor o al punto limpio porque ya no le encontrábamos utilidad. Y ni siquiera pensábamos si le podría servir a otra persona o si le podríamos dar otro uso.
Era la modalidad del usar y tirar. Ahora, debido a la mayor concienciación por el medio ambiente y respeto al planeta, ya no se ve como algo normal, por suerte.
Hace años, las materias primas no escaseaban e hicimos un mal uso de ellas. Ahora, que ya no abundan, debemos tener mucho cuidado en elaborar productos con estas y por eso, antes de deshacernos de estos objetos debemos tener en cuenta varias cosas:
Hasta hace muy poco, cuando algún aparato se estropeaba, era muy frecuente oír eso de “te compensa tirarlo y comprarte otro”. Ahora, si lo puedes reparar, no lo dudes. Bien es cierto que, en determinados casos, si la reparación no da las suficientes garantías mejor comprar, pero siempre nos debemos hacer la pregunta acerca de qué es mejor: si tirar o reparar.
Si ya no se va a utilizar, pero está en buenas condiciones, quizás porque te hayas cansado de él, véndelo o regálalo. Hay varias aplicaciones móviles que se dedican a conectar aquellas personas que no necesitan una cosa con otras que sí las necesitan. Además, podemos tener incluso alguna ganancia extra.
Los usuarios de aplicaciones como Gratix, son personas que llevan el sentido de la economía circular al máximo, donde se regalan artículos que no usan a personas que sí les puede venir bien o que lo necesitan.
Con todo esto, conseguimos que no se consuman tantas materias primas, ya que no solo escasean, sino que, muchas veces, conseguir esas materias primas para producir esos productos obliga a un país a importarlas. Y eso conlleva mucha huella de carbono, aparte del déficit económico del país, que además de ahorrar en materias primas se favorece al medio ambiente por la reducción de residuos sólidos, algo que en estos tiempos resulta vital.
Iniciativas para apoyar la economía circular
Para apoyar esta concienciación en toda la sociedad, las organizaciones europeas también legislan en este sentido. El ejemplo de los teléfonos móviles resulta cuanto menos curioso: cada marca tiene uno propio. La Unión Europea ha legislado para que haya solo un tipo de cargador para móviles y tabletas, y cualquier tipo de dispositivo electrónico, en 2024. Nos evitaremos dolores de cabeza y ahorraremos dinero, además de muchos millones de cargadores.
También se ha legislado el “derecho a reparar” para que, ante cualquier avería, no se vea obligado a tirar el aparato y comprar otro. Ahora, los fabricantes incorporarán un manual para reparaciones y se podrá disponer de las herramientas necesarias para hacerlo, así como repuestos.
Por otro lado, se garantizará que la vida del aparato dure un mínimo de 10 años. Si uno es un poco manitas hasta podrá repararlo con un poco de paciencia y con la satisfacción que produce arreglarlo y ahorrarse un dinero.
Numerosas empresas realizan este proceso de economía circular. Últimamente hemos visto como las baterías de los coches eléctricos de Audi e-Tron tenían una segunda oportunidad en la India. Se instalarán en las famosas bici-taxis que tanto proliferan en ese país y que necesitan mucha menos energía que los coches. De esta forma, esas baterías desechadas, que no podían dar la suficiente energía por el peso del coche, son todavía válidas para mover las bici-taxis indias, acción que favorece la igualdad entre hombres y mujeres para el acceso a un puesto de trabajo.
Los neumáticos son otro ejemplo para darle una segunda vida a las cosas. ¡Cuántas cosas se pueden hacer ahora con las ruedas viejas que antes iban directamente a los cementerios de neumáticos!
El impulso de la economía circular es tan fuerte que incluso hay un premio internacional que reconoce el proceso de innovación de las empresas en pro de la reutilización de materias primas o residuos. Se presentaron 450 empresas de 45 países y las doce empresas ganadoras aportaron una explicación bastante amplia sobre sus trabajos.
Fuentes consultadas: