Casi doscientos países de todo el mundo, exactamente ciento noventa y tres, se han comprometido para cumplir “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible” (ODS) que servirán para proteger el planeta en los próximos años.
Uno de los objetivos de los ODS tiene una razón ética: es inmoral que haya alimentos que acaben en la basura cuando hay tantas personas que todavía se mueren de hambre en el mundo.
Objetivo: Reducir los residuos alimenticios
Este objetivo solo se puede cumplir si todos los agentes sociales se ponen manos a la obra. Por ejemplo y como sabemos, los restaurantes tienen la obligación de guardar en un táper la comida que el cliente no haya consumido para que lo pueda llevar a casa para su posterior consumo. Es muy importante pedir medias raciones, que están muy de moda, si pensamos que una entera va a ser mucha cantidad.
Las tiendas de alimentación marcan los precios de los productos que van a caducar próximamente con un descuento, para incentivar su compra y consumo inmediato.
Existen también una serie de aplicaciones de móvil que ofertan aquellos productos que van a caducar de restaurantes o tiendas de alimentación de proximidad a un precio sensiblemente menor, oferta que debe de estar acompañada con alimentos en perfectas condiciones.
Y desde nuestro hogar, ¿qué podemos hacer?
Podemos hacer mucho, debemos de mentalizarnos y aportar nuestro granito de arena.
Por ejemplo:
- Comprar de una manera racional, porque hacerlo de una manera impulsiva compraremos cosas que no necesitamos y además, será peor para el bolsillo.
- Llevar una lista hecha y no comprar nada que no esté en ella nos permitirá realizar una compra más adecuada a lo que realmente necesitamos y que no esté supeditada a nuestros caprichos momentáneos, quizás motivados porque vayamos a hacer la compra poco antes de las horas de sentarnos a la mesa.
- No te fíes de las apariencias, las apariencias engañan. Si ves que se exponen frutas o verduras que no tienen buena pinta, cómpralas igualmente, porque si no acabarán en la basura y, sin embargo, su sabor y propiedades son igual de buenas, incluso en algunas ocasiones, mejores. Un pequeño descuento, será siempre bienvenido.
- Mira bien las etiquetas del producto, porque una cosa es que no puedas consumir un producto porque se ha pasado de fecha, que es lo que indica “consumir preferentemente antes de…” y otra es, que puedas seguir haciéndolo cuando ponen “mejor antes de…”. Con esta última etiqueta se puede seguir utilizando o consumiendo el alimento después de la fecha indicada, sin problemas.
- Sustituye el máximo plástico posible. Ya sabemos que no podemos eliminarlo del todo porque actualmente todavía muchos alimentos y productos vienen envasados en plásticos, pero si llevamos nuestras propias bolsas para la compra o vamos a esas tiendas donde venden todo a granel podremos reducir bastante el plástico en nuestra casa.
- Guarda tu comida de una manera inteligente. La mayoría de las veces ponemos los alimentos dentro de la nevera en el primer sitio que vemos libre. Por lo tanto, los que ya están allí desde hace algunos días se irán relegando al fondo quedando fuera de la vista. Es conveniente usar envases herméticos para conservarlos mejor y más tiempo.
- No tires las sobras. Cocina lo justo, pero si te sobra algo congélalo o utilízalo para un plato del día siguiente.
Si el alimento se ha echado a perder o tiene residuos inevitables como cáscaras, pieles, etc., todavía puedes hacer algo positivo: compost para las plantas. Cumples con el objetivo de protección del medio ambiente. Además, mejoras la salud de tus plantas.
Además, un seguro de hogar a medida nos puede cubrir parte de los deterioros de alimentos y medicamentos que tengamos en el frigorífico a causa de un fallo en el suministro eléctrico.
Es un objetivo común y en la medida en que todos colaboremos activamente, podremos conseguir que los residuos alimentarios cada vez sean menos.
Fuentes consultadas:
