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Flygskam, no volar por conciencia ecológica

Escrito por MMT Seguros | 22 / septiembre / 2020

Hace un año que la activista Greta Thunberg se desplazó a Nueva York para asistir a la Cumbre sobre la Acción Cimáticas de Naciones Unidas en septiembre de 2019 y posteriormente en diciembre asistió a la Cumbre del Clima en Madrid.

No hay medio de transporte más contaminante que el avión. Al márgen de la situación actual por la crisis ocasionada por la pandemia dle Covid-19, en condiciones normales, casi cada minuto despega uno en el mundo, y los 1.400 millones de viajeros internacionales suponen un 8% de las emisiones del planeta.

Posiblemente, nunca nos lo habíamos planteado hasta la explosiva incursión de la joven activista sueca Greta Thunberg para denunciar la contaminación del planeta y que ahora recordamos.
Obviamente no se busca prohibir los viajes en avión, pero lo que se pretende es que cuando las distancias no sean muy grandes, al márgen del coche o vehículo alternativo, y haya otro tipo de desplazamiento, por ejemplo el tren, preferentemente uno de alta velocidad, utilicemos el que menos contamine. Es decir, el tren.

 

Ya existe en Europa movimientos a favor de que los vuelos entre dos ciudades que estén a una distancia de hasta seiscientos o setecientos km de distancia se limiten para que la gente use más el tren. El movimiento Flygskam (la vergüenza de volar en avión), o lo que es lo mismo: la verguenza de volar en avión, consiguió en 2018 que un 23% de los suecos renunciaran a volar por el impacto climático que supone.

Flygskam

 

¿Cuánto consume el avión frente al tren?

En avión, los viajes entre dos ciudades que distan 600 km consumen por pasajero una media de 60 kilos de dióxido de carbono por pasajero. En cambio, en tren esa cifra se reduce a 16 kilos de CO2.
Si la distancia del viaje es de 1 200 km. el consumo en avión es de 106 kilos de CO2 por 34 kilos en tren. Sin embargo, aquí el tiempo juega un gran hándicap porque el tren puede emplear 10 horas en realizar ese viaje frente a las menos de 1,45 horas del avión. Si hablamos del AVE el viaje Barcelona – Málaga, que es el trayecto español más largo, emplea 6 horas. Habrá mucha gente que esas 4,5 horas de más -aunque ahí hay que descontar el tiempo de traslado al aeropuerto y del aeropuerto a la ciudad de destino, ir con un

 

a hora de antelación, problemas de embarque, no ir con agobios, etc.- sean muy importantes y se decidan por el avión, pero otras quizás prefieran la tranquilidad del tren y poder trabajar sentados en butacas muy cómodas, a lo que se le llama Tagskyrt, que es el orgullo a viajar en tren.

 

Tagshyrt

Las aerolíneas, conscientes de todo esto, están adecuando sus aviones para que contaminen menos. El Airbus A 350 de Iberia cuyo primer avión se llama “Juan Sebastián Elcano” contamina un 25 % menos de CO2. También reduce el consumo de combustible:un 25% menos que otros aviones.

Por último, señalar las enormes contradicciones que todavía suceden en la sociedad con el medio ambiente. El Google Camp es una reunión anual, una alternativa al club Bilderberg, celebrada por última vez en Sicilia,el pasado año y que reune a los famosos más importantes del mundo contra el cambio climático, cuyo debate era buscar soluciones.

Pero atención a la situación; los 114 vuelos que se realizaron para trasladarlos generaron una huella de 100.000 kilos de CO2 que por supuesto han ido a parar a la atmósfera. Algo totalmente surrealista

¿El volar se va a acabar?

No lo sabemos, pero lo que es cierto, es que el operador aeroporturario sueco informó de un descenso en el número de pasajeros que utilizaban el avión por razones medioambientales, mientras que los trenes registraban números récord de pasajeros, desde que Greta Thunberg lideró las últimas protestas. ¡Con el paso del tiempo lo veremos!

Fuentes consultadas:

El Pais (los movimientos suecos que sacan los colores a las aerolíneas), El Confidencial (el nuevo avión de Iberia), La Voz de Galicia (consumos de avión y tren) y Ecoinventos (Flygskam).