CADA VEZ LO TENEMOS MÁS CLARO.
Según los datos del último año en España tenemos una tasa de reciclado del 73%, lo que nos sitúa en los primero lugares de la Comunidad Europea.
El litering, ahora llamado Basuraleza como lo ha traducido el Proyecto Libera para ser más comprensible al españolito de a pie, siempre ha sido motivo de quebraderos de cabeza tanto a las instituciones gubernamentales, como a las empresas y a la sociedad en general. En un anterior artículo publicado en este blog recogíamos todo lo referente a la Basuraleza, que viene a ser más o menos, el conjunto de elementos generados por el ser humano, abandonados en la naturaleza y que afectan al equilibrio de los ecosistemas.
Uno de estos elementos generados por el hombre y abandonados en la naturaleza era el vidrio. Y por así decirlo, la lucha a favor del reciclaje del vidrio empezó en España, en el madrileño barrio de Moratalaz en 1982. Allí se instaló el primer contenedor de vidrio español. A los que ya estábamos plenamente integrados en la sociedad de aquellos tiempos nos parecía una moda que no iba a llegar a ninguna parte. De buenas intenciones están llenos los panteones, según dice el acerbo popular. Es decir, muchos de nosotros pensábamos que la iniciativa iba a morir tarde o temprano porque no creíamos que la sociedad española estuviera mentalizada para romper la tradición de tirar el vidrio a la basura y en cambio, acercarnos al iglú para depositar allí el vidrio.
Recientemente ha aparecido en muchos medios la fotografía del entonces alcalde de la Villa, y dicen de los más queridos, don Enrique Tierno Galván inaugurando el primer contenedor situado en la vía pública en el ya citado barrio de Moratalaz. Casi simultáneamente, en Barcelona, su alcalde Narcis Serra asistía a la colocación del contenedor en la plaza de San Jaime. Aunque, según cuenta Ecovidrio en un reciente libro editado con motivo de su aparición en la escena española hace ya 20 años, los contendores no eran todos verdes sino que los vidrios se separaban por colores en contendores blancos, verdes o marrones. Este hábito desapareció dando paso a un único color, el típico iglú verde.
Por cierto, las dos flechas que forman el símbolo de punto verde -y que se parece mucho al oriental ying y yang, quiere decir que el envase -ya sea de vidrio o de cualquier otro material- tiene un ciclo de recuperación y reciclaje que permite reaprovechar los materiales que en su momento se usaron para fabricarlo.
Además, también indica que la empresa envasadora aporta una cantidad para sufragar el SIG (Sistema Integrado de Gestión de residuos de envases) que está gestionado por Ecoembres, un viejo conocido de este blog por ser todo un referente en acciones de comunicación para dar a conocer las ventajas y beneficios del reciclado.
Muchas veces el símbolo, por problemas de ahorro en la impresión a colores viene en blanco y negro, pero significa exactamente lo mismo.
Además del Punto Verde, otro de los símbolos que también puede venir en un envase de vidrio es el que combina el del reciclaje con la imagen de un monigote que deposita un vidrio en un contenedor. Este sería el símbolo del reciclaje de vidrio.
Ecovidrio, la entidad que se encarga de gestionar el reciclado de todos los residuos de vidrio en España, señala que “la creciente preocupación de la sociedad por el desarrollo sostenible ha permitido que el reciclaje de vidrio haya aumentado de un 20% a más de un 70% en dos décadas“.
Actualmente en España hay un contenedor de vidrio por cada 214 habitantes. Esta es una ratio muy superior a la media europea y nos sitúa como uno de los países mejor ‘contenerizados’. De hecho, pasamos de tener 23.400 contenedores a principios de la década de los 90 a 100.000 en el año 2000.
Hoy hemos duplicado esa cifra y disponemos de más de 218.000 contenedores abiertos las 24 horas todos los días del año. la recogida selectiva de envases de vidrio a través del contenedor verde asciende a 789.235 toneladas, un 5% más que en 2016.
Además, se recuperaron 30.553 toneladas de residuos de envases de vidrio a través de 11 plantas de residuos urbanos.
En esta infografía vemos los datos más relevantes de la actividad de Ecovidrio en el último año.
Fuente: Ecovidrio
El reciclaje de envases de vidrio es imprescindible para luchar contra el cambio climático y evitar la sobreexplotación de los recursos naturales. En 2017 hemos logrado:
- Evitar la emisión de 550.077 toneladas de CO2: equivalentes a retirar 134.700 coches de la circulación durante un año.
- Ahorrar 821.449 MWh de energía: el consumo eléctrico doméstico de la ciudad de Madrid durante 5 meses.
- Evitar la extracción de 983.745 toneladas de materias primas de la naturaleza: equivalentes a casi 3 veces el peso del Empire State.
La hostelería pone en el mercado una gran parte de todos los envases de vidrio de un solo uso que se generan, concretamente un 50%, por lo que es fundamental un buen servicio de recogida.
Actualmente, Ecovidrio ha aumentado el número de contenedores especiales para la hostelería, alcanzando los 11.168 y contamos con 39 servicios de recogida “puerta a puerta”. ¡Todo para facilitar la recogida y reciclaje de los envases de vidrio!
Cada día visitan 60 establecimientos hosteleros para informarles y sensibilizarles de la importancia de reciclar envases de vidrio.
También les ayudan con mse edios especiales que les faciliten la tarea de separar los residuos, por les entregan más de 15.000 cubos adaptados.
Fuente: Ecovidrio
Si quieres tener en tu casa un mini iglú para reciclar entra en esta página. Todos los beneficios van a diferentes organizaciones no gubernamentales sin animo de lucro para la financiación de sus actividades.