Uno de los mejores deseos que toda familia tiene para sus hijos se refiere a la educación en valores y entre ellos se encuentra la educación vial que es algo de suma importancia, porque no solamente sirve para desenvolverse en la sociedad, sino que significa conocer el entorno para eliminar riesgos físicos.
La Dirección General de Tráfico, así como muchas otras instituciones, crean continuamente campañas y programas para fomentar la educación vial. La idea se centra en inculcar las normas de seguridad vial de una manera intuitiva desde temprana edad.
En este post nos dirigimos exclusivamente a los padres y personal docente que tienen en su mano la responsabilidad de la educación.
Por increíble que parezca, según la DGT la primera causa de muerte en los niños de entre 5 y 14 años son los accidentes de tráfico. La prevención, que se realiza gracias a una adecuada información, es la mejor medida para que estos accidentes no sucedan, porque la inmensa mayoría son evitables.
Los niños, por lo general, tienen dos maneras de aprender: por imitación y por curiosidad. Sobre todo, imitan la conducta de los padres, familiares o personas cercanas: si ellos son fieles cumplidores de las normas, lo más seguro es que los niños sigan su ejemplo.
En general, podemos pensar que cada uno es un ejemplo de civismo, pero no siempre es así. En numerosas ocasiones, por ejemplo, seguramente cruzamos la calzada con el semáforo en rojo para los peatones si vemos que no vienen coches. Si además, eso lo hacemos de la mano de un niño, lo estaremos confundiendo y pensará que cruzar en rojo es normal.
Cuando caminamos con un niño por la acera, debemos llevarlo de la mano, y siempre por el interior de la acera lejos de la circulación de vehículos, con especial atención al paso por garajes, al cruzar la calle y solo por los lugares señalizados y enseñando al niño las ventajas de hacerlo bien y los riesgos por hacerlo mal.
La curiosidad, como decíamos, es otra forma con la que mejor aprenden los más pequeños. Se les puede enseñar jugando y motivando ese interés que tienen a esa edad por saberlo todo. Por ejemplo, al dar un paseo hacer del mismo un juego constructivo en el que el niño aprenda el sentido y significado de las señales viales de tráfico, por ejemplo, y caso muy típico es jugar a que nos digan los colores de los semáforos y cuándo debemos cruzar o no.
Los sonidos de los coches nos pueden dar mucho juego, incluso los que no hacen ruido, como los eléctricos, pero sí de la policía, ambulancia, bomberos, etc.
Hemos visto como jugar cuando paseamos, pero también podemos hacerlo cuando vamos en el coche. Podemos jugar con el significado de las señales de tráfico: de velocidad, de stop, de ceda el paso, etc., así como reflejar y mostrar buenas actitudes cuando conducimos, como: no tocar el claxon sin causa justificada, no ponernos nerviosos en un atasco, no interactuar de mala manera con otros conductores, etc., ah, y eso sí, en el coche siempre con el cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil.
En Youtube, existen numerosos vídeos de dibujos animados educativos en Seguridad Vial dirigidos a los más pequeños de la casa, que les mantendrán atentos y que sin duda les servirá para empezar a entender el sentido y valor que tienen todas las señales de tráfico en el entorno en el que tarde o temprano se tendrán que desenvolver.
Por otro lado, en la página web de la Dirección General de Tráfico tienes a tu disposición contenido didáctico de seguridad vial para los niños, con una metodolgía diferente para el aprendizaje de conceptos de seguridad vial durante el primer ciclo de educación infantil.