La exposición de niños y jóvenes a las pantallas, sin cierto control, puede provocar un bajo rendimiento escolar, crear estrés, causar aislamiento social y generar ansiedad.
Muchos expertos consideran que se puede llegar a una adicción, puesto que los circuitos cerebrales que intervienen son los mismos que los de otras adicciones. El Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones ha señalado que casi un 25% de los adolescentes entre 14 y 18 años entran en Internet de una manera compulsiva.
Para atajar este problema lo mejor es la prevención desde muy temprana edad, proponiendo unas pautas de comportamiento.
Pautas de comportamiento por tramo de edad, según la Academia Americana de Pediatría de EEUU:
Además, prohibidos los móviles en la mesa para mantener una buena interacción familiar, así como una hora antes de irse a dormir, para tener un sueño relajado y estar en buenas condiciones para afrontar las tareas del día siguiente.
Como siempre, los padres deben actuar de forma sensata e inculcar un comportamiento reflexivo al niño dándole herramientas que sirvan para su educación y desarrollo. Es decir, que los niños o jóvenes sean dueños de la pantalla y no al revés, porque ahí es cuando se origina un empobrecimiento de la atención que produce efectos negativos en todo el proceso de madurez.
Esto requiere ciertas pautas de actuación. La más importante, predicar con el ejemplo. Si los padres están enganchados a las pantallas los hijos tenderán a imitarlos.
Lo primero de todo, no se les puede prohibir su uso. A ellos les encanta porque les genera dopamina, que es la hormona del placer, de la relajación y se convierte en una vía de escape fácil, atractiva y divertida. Y, además, inmediata. Si se lo prohibimos, lo entenderá como un ataque a su libertad individual y se defenderá a toda costa.
El cerebro de los adultos es diferente al de ellos y no podemos pretender que razonen igual. Lo fundamental es el diálogo. Ya sabemos que muchas veces es muy difícil hablar con ellos, sobre todo en temas que ellos no quieren tocar, pero tenemos que tratar de darles la información adecuada. Esta información no la aceptarán a las primeras de cambio, pero, como se dice en piscología, al adolescente hay que echarle muchas cartas en el buzón.
Debemos dejarles claro que nunca se puede sustituir un amigo por un contacto. La interacción social es necesaria para su desarrollo y se produce cuando se comparten momentos con otros amigos o compañeros: ir al cine, practicar deporte, hacer excursiones, escuchar música, etc.
También es importante armonizar el tiempo de pantallas con otras actividades, ya sean manuales, artísticas, al aire libre, etc. Los juegos tradicionales son de gran relajación, diversión y antiestrés. Estaría bien planificar: primero los deberes del colegio, después una actividad manual/artística y luego la pantalla.
Como decíamos antes, en un hogar, todas las familias, porque no es nada fácil, necesitamos de mucho sentido común y también, buscar si fuese necesario la opinión de especialistas para que, con la información adecuada, podamos resolver de la mejor manera este tipo de conflictos.
Fuentes consultadas:
Tiempo de uso de pantallas en los niños
5 consejos para una desintoxicación digital en los niños
Consejos para hablar con los adolescentes sobre pantallas
Más información (vídeos):
Las pantallas perjudican la atención de los niños
Pautas para educar en el buen uso del móvil
Cómo afecta la tecnología al cerebro de los niños.
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