Los accidentes pueden ocurrir en cualquier momento y lugar. Es decir, en cualquier sitio por impensable que nos parezca. De ahí que tener contratado un seguro de accidentes personales sea una opción que, aunque no evitará el accidente, si nos permitirá minimizar sus consecuencias.
Como muchos accidentes ocurren en la calle siempre es bueno saber cómo reaccionar cuando estamos ante uno de ellos. No hay que olvidar que podemos ir acompañados de algún familiar, algún amigo o alguna persona que en ese momento se cruce con nosotros, y darles el mejor apoyo puede marcar las diferencias entre una recuperación completa y una complicación grave.
Las pautas que debemos seguir en estas situaciones son las siguientes:
1. Mantén la calma y evalúa la situación
El primer paso ante cualquier accidente es mantener la calma. El pánico puede crear angustia y tomar decisiones precipitadas. Respira hondo y evalúa el entorno para identificar los posibles peligros (tráfico, fuego, electricidad, etc.) que puedan poner en riesgo tanto a la víctima como a ti. Si es necesario, asegúrate de mover a la persona a un lugar seguro antes de proceder con los primeros auxilios, pero solo si no agrava las lesiones.
2. Llama a los servicios de emergencia
En situaciones que lo requieran, como fracturas graves, heridas profundas, quemaduras extensas o pérdida del conocimiento, es fundamental contactar con los servicios de emergencia en el 112, este es un teléfono que está extendido por toda Europa.
En la llamada, debes proporcionar detalles claros sobre la ubicación y el estado de la persona accidentada. Si es posible, delega esta tarea a alguien más mientras tú atiendes a la víctima.
3. Primeros auxilios en accidentes menores
a) Cortes y heridas leves
En caso de cortes pequeños o raspaduras:
- Lava la herida con agua y jabón para evitar infecciones.
- Aplica presión directa con una gasa o paño limpio para detener el sangrado.
- Si es necesario, utiliza un antiséptico y cubre la herida con una venda.
b) Quemaduras leves
Las quemaduras de primer grado suelen manifestarse como enrojecimiento de la piel sin ampollas:
- Enfría la zona afectada bajo agua corriente fría durante al menos 10 minutos.
- No uses hielo ni ungüentos caseros.
- Cubre con una gasa estéril o un paño limpio, sin apretar.
c) Moratones y golpes
Los golpes o caídas menores que producen hematomas:
- Aplica hielo envuelto en un paño durante 15 minutos para reducir la inflamación.
- Descansa la zona afectada y evita movimientos bruscos.
4. Primeros auxilios en situaciones más graves
a) Fracturas
Si sospechas de una fractura:
- No intentes mover la extremidad afectada.
- Inmoviliza el área utilizando férulas improvisadas (puedes utilizar revistas o cartón).
- Aplica frío indirecto (con un paño) para reducir la inflamación.
- Llama a los servicios de emergencia inmediatamente.
b) Quemaduras graves
Las quemaduras de segundo y tercer grado (con ampollas o destrucción de tejido) requieren atención médica urgente:
- Enfría la zona con agua fría, pero no por más de 10 minutos para evitar el riesgo de hipotermia.
- No revientes las ampollas ni apliques cremas o aceites.
- Cubre con una gasa estéril y espera la ayuda profesional.
c) Hemorragias
Las heridas profundas o grandes cortes pueden provocar hemorragias que requieren atención inmediata:
- Aplica presión directa sobre la herida con un paño limpio.
- Si el sangrado es profuso, eleva la extremidad afectada por encima del nivel del corazón (si es posible).
- En caso de que no puedas controlar la hemorragia, utiliza un torniquete (solo como último recurso) y llama a emergencias de inmediato.
d) Desmayo o pérdida de consciencia
En caso de desmayo:
- Coloca a la persona en posición lateral de seguridad (decúbito lateral) para mantener las vías respiratorias abiertas y evitar el riesgo de asfixia.
- Asegúrate de que esté respirando; si no, inicia la RCP (reanimación cardiopulmonar).
- Si recupera la conciencia, mantenla en reposo hasta que llegue el personal médico.
5. Reanimación Cardiopulmonar (RCP)
La RCP es una técnica crítica cuando una persona no respira o su corazón ha dejado de latir, como en casos de paro cardíaco. Saber cómo realizarla puede salvar vidas.
-
Asegúrate de que la persona esté en una superficie dura y plana.
- Coloca las manos entrelazadas en el centro del pecho de la persona y comienza a realizar compresiones con una profundidad de unos 5 cm.
- Realiza 30 compresiones a un ritmo rápido (100-120 por minuto) y luego administra dos respiraciones boca a boca (si te sientes capacitado para hacerlo).
- Continúa con el ciclo de compresiones y respiraciones hasta que llegue la ayuda profesional.
La rapidez y la serenidad son esenciales al actuar en situaciones de emergencia. Conocer las técnicas básicas de primeros auxilios puede hacer una diferencia crucial en la evolución de una víctima, ya sea en la calle o en cualquier otro lugar. Ante cualquier duda, siempre es recomendable llamar a los servicios de emergencia y, si es posible, recibir formación continua en primeros auxilios para estar preparado ante cualquier eventualidad. Y no olvides que disponer de un buen seguro de accidentes personales hará que estés protegido con una asistencia garantizada y, entre otras ventajas, con el cobro de una indemnización según sea la gravedad del caso.
👉 Entra en el comparador de seguros de accidentes y compara las coberturas para diseñar tu seguro de accidentes
Para más información:
