A todos los motoristas, cuando hemos conducido de noche, nos ha entrado una sensación de inseguridad más o menos intensa. Sobre todo, si la carretera por donde circulamos no dispone de una buena iluminación. En España, según datos de 2022, la red de carreteras del Estado comprende aproximadamente 26.500 kilómetros y se estima que poco más del 20% cuentan con iluminación, lo que equivale a cerca de tan solo 6.000 kilómetros iluminados.
Conducir en estas circunstancias aumenta el riesgo de accidente por partida doble. Primero, por la dificultad de ver con toda claridad en circunstancias de poca luz y también, porque, por la misma razón, puedes no ser visto por otros vehículos.
Aunque las cifras dicen que solo el 28% de los accidentes con víctimas ocurren durante la noche, estos representan casi el 40% de los fallecidos, evidenciando una mayor gravedad en estos siniestros.
En España, la tasa de letalidad de los accidentes (la proporción entre el número de fallecidos y el de víctimas) fue del 1,2% en 2019. Esta cifra ha disminuido considerablemente desde el 5,2% registrado en 1993 y se ha mantenido estable alrededor del 1,3% desde 2013. Sin embargo, en los accidentes ocurridos durante la noche, el atardecer o el amanecer, la tasa de letalidad se eleva al 1,69%, lo que representa un 40% más que la media general.
La visibilidad al conducir de noche puede verse afectada por varios factores:
Elegir un sistema de iluminación adecuado es clave para mejorar la visibilidad. En el mercado existen varios tipos de faros
Estos faros son los más económicos y fáciles de encontrar, pero de menor eficiencia y vida útil.
Ofrecen una luz blanca intensa y un mayor alcance. Tienen una vida útil más prolongada que los halógenos, aunque son más costosos y difíciles de instalar.
Son los más recomendados por su alta eficiencia, larga vida útil y luz brillante. Aunque el costo inicial es mayor, la inversión compensa por su durabilidad y rendimiento.
Proporcionan una luz extremadamente brillante y de largo alcance. Sin embargo, su alto costo y disponibilidad limitada los hacen menos comunes en el mercado de motocicletas.
Estos faros complementan a los que vienen de serie en la moto y mejoran la visibilidad. como máximo se pueden instalar dos faros de cruce, dos faros de carretera y dos faros antiniebla.
El equipo del motorista es fundamental para ser visto. La ropa y el casco con dispositivos reflectantes pueden marcar la diferencia entre ser notado o pasar desapercibido.
También es importante aplicar técnicas de conducción segura que aumenten la visibilidad y seguridad:
La combinación de un buen sistema de iluminación, equipo adecuado y técnicas de conducción segura es esencial para protegerte en la carretera durante la noche. Antes de cada trayecto, asegúrate de que tu moto esté en condiciones óptimas y de que tu equipo sea visible y efectivo. Tener un seguro de moto que tenga las coberturas más adecuadas para ti es básico. Una elección correcta puede marcar la diferencia entre un viaje seguro y uno arriesgado.
Para más información:
Conducir una moto por la noche. Todo lo que debes tener en cuenta
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