En junio de 2022 se cumplió el primer año del decreto que obligaba al límite de 30 km/h en las vías urbanas que tuvieran un solo carril por sentido. Esta medida cubre un 70% de las calles de las ciudades españolas y, en algunos casos, como Madrid, se llega al 90%.
Cuando las calles tengan una plataforma única para la calzada y la acera, este límite se reduce a 20 km/h. Cuando la vía tenga un solo carril por sentido de circulación, esta velocidad será de 30 km/h. Y cuando tengan dos carriles o más por sentido, aumentará a 50 km/h. manteniendo los 30 km/h. en el carril más cercano a la acera.
Esta reducción partía de un dato incuestionable: las probabilidades de fallecer en un atropello a 50km/h. son del 90%. En cambio, a 30 km/h esas posibilidades se reducen al 10%. Este dato es vital porque si la gente lo conociera, no existiría ningún tipo de controversia.
También hay que señalar que a 80 km/h. un atropello siempre es mortal. Por eso, cuanto más lejos de esa velocidad circulen los coches por la ciudad, más seguridad para los peatones.
También es importante la velocidad de reacción -la que se recorre cuando nos damos cuenta de que hay que pisar el freno hasta cuando lo pisamos realmente-. A 30 km/h se reduce un 40% (de 14 a 8,5 metros).
En cuanto a la distancia de frenado, a 50 km/h se necesitan 24 metros para detener completamente el vehículo, mientras que a 30 km/h esta distancia se reduce a 9 metros. Por lo tanto, si sumamos la velocidad de reacción a la distancia de frenado vemos que a 50 km/h son 38 metros, mientras que a 30 km/h son solo 17,5 metros.
No solo afecta directamente a mejorar la seguridad, sino que también tiene más ventajas. La contaminación y el ruido bajan considerablemente por lo que la ciudad se convierte en un espacio más agradable para todos.
Bilbao tiene el honor de haber sido la primera ciudad del mundo de más de 300.000 habitantes en incorporar el límite de 30 km/h en sus calles. En 2018 ya lo había hecho en el 85% de sus calles. Los resultados que se produjeron fueron alentadores: las muertes se redujeron un 67% y los atropellos, un 32%.
Los conductores todavía no están muy acostumbrados a respetar las nuevas velocidades, pero solo será cuestión de tiempo. La sanción por no observarlas puede oscilar entre 100 y 600 euros, además de perder hasta 6 puntos en el carné de conducir.
Esta fue una de las prioridades de la Agenda 2030, que pretende reducir a la mitad los accidentes de tráfico con víctimas mortales y de heridos graves.
Por último, no hay que olvidar que un seguro de coche que cubra todas las garantías es vital para circular por ciudad. El seguro de coche y de moto de MMT Seguros reúne todas esas garantías a un precio muy asequible.
Para más información:
Revista DGT. Un año a 30 km/h.