La Dirección General de Tráfico ha cambiado recientemente la normativa para el reconocimiento médico en la renovación del carné de conducir.
Se enmarca en la acción preventiva que sigue desde hace años para reducir el número de siniestros, y es que en el año 2022 aumentó el número de víctimas mortales, comparándolo con 2019, año anterior a las retracciones de movilidad por la pandemia.
El foco se pone en los mayores de 65 años al volante, que suponen el 16,5% de los conductores y, sin embargo, representan el 26% de los fallecidos en accidentes.
Las pruebas psicotécnicas que se realizaban hasta ahora parecían muy sencillas y por eso se han endurecido. La DGT planteó recurrir al historial médico del solicitante, pero se desistió porque choca frontalmente con la Ley de Protección de Datos.
Para la DGT, conocer el historial médico de los conductores era importante porque muchas enfermedades que puedan afectar a la conducción solo se pueden detectar mediante exploraciones médicas complejas. Por lo tanto, no se pueden detectar a simple vista y los conductores, sabiendo que pueden tener problemas, no lo suelen decir o mienten sin dudarlo, para evitar que le renueven el carné por dos años en vez de por cinco o diez.
Los centros médicos de reconocimiento serán los encargados de llevar a la práctica esta nueva guía de procedimiento. Los médicos, apoyados por psicólogos y oftalmólogos, determinarán si todo está correcto mediante las pruebas, muy parecidas a las que se realizan actualmente, pero con unos índices más ajustados. Además, se incrementarán las exploraciones para comprobar su estado mental: la memoria, el aseo personal, la movilidad, etc.
El centro médico será el responsable de decidir si lo que han encontrado puede entrañar un riesgo para la conducción y evaluar su alcance. Si hay cierto riesgo, se puede reducir con medidas preventivas. Por ejemplo, adaptar el vehículo a las necesidades del conductor, como con prótesis y otras ayudas.
También pueden poner límites a la conducción: ponerle un radio máximo que no pueda superar para evitar que haga viajes largos. O bien, que tenga un horario determinado para no conducir por la noche.
Como se ve, el endurecimiento de las pruebas se dirige a personas mayores. Hasta los 65 años, se renueva el carné cada 10 años. Entre 65 y 69 años se renueva cada 5. Y a partir de los 70, cada dos años. A medida que sube la edad, la renovación es por menos tiempo. Eso sí, las tasas a partir de los 70 años son gratuitas y los mayores de 65 años no tienen que solicitar cita previa.
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