La mejor forma que tiene una aseguradora de conseguir que su cliente esté satisfecho es hacer que sus trabajadores lo estén ya que, al fin y al cabo, estos son los responsables del trabajo bien hecho. En muchas ocasiones te hemos hablado de las buenas condiciones de empleo en este sector, seguridad, salario, jornada, conciliación… pues bien, hoy te hablamos de otro aspecto muy valorado por la plantilla pero poco conocido por la sociedad en general: el voluntariado social.
Cuatro de cada diez entidades aseguradoras tienen estructurados programas de voluntariado, que generan un flujo de acciones organizadas de voluntariado de 17 acciones distintas cada semana. Las 900 acciones de voluntariado realizadas en todo el año por las entidades aseguradoras implican a 306 entidades colaboradoras. Lo más importante: en un sector que tiene unos 48.000 empleados, 13.300 de entre ellos, uno de cada cuatro, se ven implicados en estas acciones de voluntariado; lo cual demuestra que en las empresas aseguradoras se hace una labor constante de difusión y animación de este tipo de acciones. El número de horas de voluntariado que se estiman es ligeramente superior a las 435.000, con una media de 33 horas al año por voluntario.
La plantilla aseguradora dedica cada año más de 435.000 horas a acciones de voluntariado
Con estos datos, no se puede concluir otra cosa que la organización e instrumentación de políticas de voluntariado se ha convertido en una parte integral de la gestión de los recursos humanos dentro de las entidades aseguradoras, como consecuencia de la gran apertura que las aseguradoras tienen a la hora de escuchar a sus trabajadores: el 61% de las aseguradoras realizan encuestas de satisfacción entre sus empleados, el 56% ponen en marcha concursos de ideas y mejoras y el 69% tienen desarrollados sistemas para la fidelización de empleados. A esta constante retroalimentación entre empresas y trabajadores colabora, por supuesto, el hecho de que ocho de cada diez empresas aseguradoras tengan constituida una representación legal de los trabajadores.
El sector asegurador, por lo tanto, escucha a sus trabajadores acerca de diversos aspectos, entre ellos sus expectativas a la hora de transferir a la sociedad parte del beneficio que obtienen a través del voluntariado. De esta manera, la empresa se convierte en algo más que el lugar donde se trabaja y se gana el sustento: se convierte en la plataforma que hace más posible la realización de proyectos de solidaridad social.